Por: Blanca Lucía Vargas

"En esta tarde, no me dirijo a nadie en especial, cómo ordenaría el protocolo. Quiero, en nombre de los pacientes oncológicos, a quienes en adelante llamaré beneficiarios de una oportunidad, expresar nuestro agradecimiento cargado de admiración por lo logrado.

Cuando llegué en enero de 2022, me encontré con que este era un hospital con alma. ¿Cómo se les ocurre? Pensé, ¿un hospital con alma? El vigilante, encargado de admisiones, me dijo: "Señora, Buenos días. ¿Su tapabocas?". Lo miré y me extendió uno, con una mirada comprensiva. Empecé a descubrir su alma.

Encontré pasillos con médicos corriendo, atendiendo el llamado de su vocación, cumpliendo con valor su compromiso con la conservación de la vida. Llega la oportunidad, nos toma por sorpresa, cargada igual de malos presagios, tratamientos fuertes, incertidumbre sobre el futuro, aparece el alma como un soplo de vida.

Médicos, enfermeras, auxiliares, camilleros, técnicos, señoras del aseo, vigilantes, secretarias, empleados del departamento administrativo. Cada uno nos comparte con determinación y generosidad sus conocimientos, enfrentando diariamente el dolor. Rápidamente se empieza a construir una cadena de afectos.

Los pacientes copiamos el modelo: "Buenos días!!", una sonrisa cómplice, somos hermanos. En el ambiente aparece la fe, cargada de humildad y agradecimiento.

Hoy se inaugura este piso, para tratar esta oportunidad, triplica sus servicios. El alma aparece en cada rincón, los beneficiarios respiramos y nos apropiamos de toda esta energía y esperanza de vida.

Los niños han merecido toda su atención, un lugar físico especial y un amor maternal entregado por cada uno de ustedes. Creadores, impulsores de esta idea presentes (y ausentes algunos); han hecho su mejor esfuerzo al poner la tecnología, la ciencia y el bienestar al servicio. Nos hacen ver un mundo diferente, donde el profesionalismo, la compasión y la solidaridad están presentes.

Felicítense, siéntanse orgullosos con lo logrado y agradecidos. Los invito a vivir esto como una oportunidad."

En nuestro Hospital Pablo Tobón Uribe, la atención va más allá de la ciencia y la tecnología; se trata de conectar con el Alma de cada paciente y brindar esperanzas en momentos de dificultad. 

Una vez que trasladamos nuestra  Unidad de Quimioterapia, llevamos con nosotros el compromiso de seguir siendo un "Hospital con Alma", brindando un servicio con calidad y seguridad que permite que cada uno de nuestros pacientes se sientan apoyados, comprendidos y acompañados durante su proceso de atención.

¡Gracias por confiar en nosotros y depositar su salud en nuestro equipo de trabajo y nuestros conocimientos!