“Amo este Hospital porque es como mi hogar. Siento que aquí volví a nacer”. 

A sus 19 años, Erika María González, sufrió un problema de salud provocado por una anomalía en el desarrollo de sus riñones, lo que la llevó a permanecer durante 5 años en tratamiento de diálisis. 

Llegó al Hospital con Alma, para ser examinada por su compromiso renal. Acompañada por nuestros especialistas, se convirtió en una posible candidata para un trasplante, pues sus riñones ya no eran capaces de atender las necesidades de su cuerpo como filtrar los elementos nocivos de la sangre y eliminarlos a través de la orina.

Desde ese momento ingresó a una lista de espera, donde se evalúa a cada persona con necesidad de un trasplante según su grupo sanguíneo, tiempo de diálisis y características clínicas. 

Tras unos meses, Erika recibió la noticia de su compatibilidad con un donante y el 22 de marzo de 2015, se llevó a cabo su cirugía de manera satisfactoria. Sin duda, el trasplante renal es una alternativa que permite transformar vidas y fue la oportunidad que tuvo Erika de mejorar la suya. 

Hoy siente que es una mujer sana, que puede desarrollar sus actividades con normalidad y que es una nueva persona. Asegura que su fe en Dios la condujo al lugar donde encontraría una atención oportuna y el equipo de especialistas necesario para mejorar su estado de salud y cuidar de su vida.